No está de más decir que la música ha sido uno de los grandes logros del hombre, no solo por
sus complejidades como disciplina artística sino también por las múltiples formas en que puede
enriquecer la vida de una persona. Los beneficios neurológicos y psicológicos de la música van
de mano en mano con las fuertes emociones que una pieza musical puede desatar en la persona
que la escucha, pero no se puede dejar a un lado el valor y la efectividad de la música como
herramienta didáctica y gran aliado para los maestros en el aula de clases.
A lo largo de la historia de distintas culturas la música ha estado ligada de una forma u otra a la
educación y varios estudios han demostrado los efectos positivos que puede tener en el
desarrollo intelectual y emocional de los niños, destacando la importancia y la necesidad de una
temprana educación musical, con todas sus bondades, considerando la música esencial para una
verdadera educación integral.
Beneficios de la música en la educación.
En general la música tiene un gran impacto en todas las dimensiones de la vida de un ser
humano y estar expuesto a la música en un ambiente educativo ayuda con la comunicación, a
aprender a socializar, en la parte cognitiva, incluso en la motricidad para organizar el movimiento
con los ritmos y a reconocer emociones. Estos son solo algunos de los beneficios de la
educación musical:
1 Aporta un ambiente muy positivo al aula.
2 Favorece la integración entre los compañeros de clase.
3 Enseña a respirar correctamente.
4 Potencia la atención.
5 Impulsa el razonamiento espacio-temporal y ayuda con la memoria.
6 Mejora el aprendizaje de la lectura, las matemáticas y otras materias.
7 Enriquece el vocabulario.
8 Enseña a valorar el silencio personal y ambiental.
9 Refuerza el desarrollo motor.
10 Aumenta la creatividad y la capacidad de la memoria.
11 Eleva la autoestima personal y propicia y canaliza el libre flujo de emociones y sentimientos.